La poesía mexicana es un tesoro literario que ha encantado a generaciones con su riqueza emocional y su profundidad. Desde los versos apasionados de amor hasta las reflexiones más profundas sobre la vida y el tiempo, los poetas mexicanos han sabido capturar la esencia del alma humana. En este artículo, te invitamos a descubrir algunos de los poemas más destacados de autores mexicanos, una colección que promete llevarte a un viaje poético inolvidable.
¿Te has preguntado alguna vez cómo un poema puede decir tanto en tan pocas palabras? Los poemas cortos de autores mexicanos son un ejemplo perfecto de esta magia literaria. Y si prefieres sumergirte en versos más largos y detallados, también tenemos algo para ti. Cada poema es una ventana a la mente y el corazón de su autor, ofreciéndote una experiencia única y enriquecedora.
El amor, un tema universal y eterno, también tiene un lugar especial en la poesía mexicana. Los poetas han sabido expresar este sentimiento de manera que resuena profundamente en nuestros corazones. ¿Y qué hay de los poemas para niños? La poesía infantil mexicana es un mundo de fantasía y creatividad que encantará a los más pequeños y despertará su imaginación.
Prepárate para explorar estos y otros temas en nuestra selección de poemas de autores mexicanos. Desde los clásicos inmortales hasta las joyas menos conocidas, cada poema en esta colección tiene algo especial que ofrecerte.
Poemas de Autores Mexicanos
La riqueza de la poesía mexicana es incalculable, con poetas que han marcado la literatura no solo en México, sino a nivel mundial. Aquí presentamos algunos de los poemas más representativos de autores mexicanos.
1. «Nocturno a Rosario» de Manuel Acuña
Manuel Acuña es conocido por su poesía romántica y triste. «Nocturno a Rosario» es uno de sus poemas más famosos, donde expresa un amor imposible y doloroso:
¡Pues bien! yo necesito
decirte que te adoro
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto
al grito que te imploro,
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
Yo quiero que tu sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías,
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías,
que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.
(Versión completa)
2. «Hombre Pequeñito» de Alfonsina Storni
Aunque Alfonsina Storni es argentina, su influencia en la poesía mexicana es considerable. Este poema expresa la lucha de una mujer por su libertad:
Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
Suelta a tu canario que quiere volar…
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé media hora,
no me pidas más.
3. «Los amorosos» de Jaime Sabines
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
(Versión completa)
4. «Hombres necios que acusáis» de Sor Juana Inés de la Cruz
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
Pues, ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.
Poemas Cortos de Autores Mexicanos
Los poemas cortos tienen un encanto especial: en pocas palabras logran transmitir profundas emociones y pensamientos. Aquí te presentamos algunos ejemplos de este género.
5. «El día que me quieras» de Amado Nervo
El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras…
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de «Las Mil y una Noches»; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
6. «Para Entonces» de Manuel Gutiérrez Nájera
Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.
No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.
Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.
Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.
Poemas de Autores Mexicanos Largos
Los poemas largos permiten a los poetas desarrollar más ampliamente sus ideas y emociones. Aquí te mostramos algunos de los más emblemáticos.
7. «Piedra de Sol» de Octavio Paz
Uno de los poemas más célebres de la literatura mexicana es «Piedra de Sol» de Octavio Paz. Este extenso poema es una meditación sobre el amor, el tiempo y la existencia. Aunque no podemos incluir todo el poema aquí, te ofrecemos un fragmento significativo:
Un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,
(Versión completa)
8. «La Suave Patria» de Ramón López Velarde
Este poema es un homenaje a México, donde Ramón López Velarde describe con pasión y detalle el espíritu y la belleza de su patria:
Yo que sólo canté de la exquisita
partitura del íntimo decoro,
alzo hoy la voz a la mitad del foro
a la manera del tenor que imita
la gutural modulación del bajo
para cortar a la epopeya un gajo.
Navegaré por las olas civiles
con remos que no pesan, porque van
como los brazos del correo chuan
que remaba la Mancha con fusiles.
Diré con una épica sordina:
la Patria es impecable y diamantina.
Suave Patria: permite que te envuelva
en la más honda música de selva
con que me modelaste por entero
al golpe cadencioso de las hachas,
entre risas y gritos de muchachas
y pájaros de oficio carpintero.
(Versión completa)
Poemas de Amor de Autores Mexicanos
El amor es un tema universal y eterno en la poesía. Los poetas mexicanos han sabido capturar este sentimiento de manera única.
9. «Te quiero porque tienes…» de Jaime Sabines
Jaime Sabines es conocido por sus poemas de amor llenos de sinceridad y pasión. «Te quiero porque tienes…» es uno de sus poemas más representativos:
Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.
Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.
Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.
Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.
Poemas de Autores Mexicanos para Niños
La poesía infantil tiene un lugar especial en la literatura, ofreciendo a los niños una puerta a la imaginación y la creatividad.
10. Caminito de la escuela – Francisco Gabilondo Soler «Cri-Cri»
Caminito de la escuela,
apurándose a llegar,
con sus libros bajo el brazo,
va todo el reino animal.
El ratón con espejuelos.
De cuaderno el pavo real.
Y en la boca lleva el perro
una goma de borrar.
Cinco gatitos
muy bien bañados,
alzando los pies,
van para el kinder
entusiasmados
de ir por primera vez.
Caminito de la escuela,
pataleando hasta el final,
la tortuga va que vuela
procurando ser puntual.
Caminito de la escuela,
porque quieren aprender,
van todos los animales
encantados de volver.
El camello con mochila.
La jirafa con su chal.
Y un pequeño elefantito
da la mano a su mamá.
No falta el león,
monos también;
y hasta un tiburón.
Porque en los libros
siempre se aprende
cómo vivir mejor.
La tortuga por escrito
ha pedido a Santaclós
sus dos pares de patines
para poder ir veloz
para poder ir veloz.
11. La patita – Francisco Gabilondo Soler «Cri-Cri»
La patita,
de canasto y con rebozo de bolita,
va al mercado
a comprar todas las cosas del mandado.
Se va meneando al caminar
como los barcos en altamar.
La patita
va corriendo y buscando en su bolsita
centavitos
para darles de comer a sus patitos.
Porque ella sabe que al retornar
toditos ellos preguntarán:
¿Qué me trajiste, Mamá Cuac Cuac?
¿Qué me trajiste para cuac-cuac?
La patita,
como tú
de canasto y con rebozo de bolita,
como tú
se ha enojado,
como tú
por lo caro que está todo en el mercado.
Como no tiene para comprar
se pasa el día en regatear.
Sus patitos
van creciendo y no tienen zapatitos,
y su esposo
es un pato sinvergüenza y perezoso
que no da nada para comer,
y la patita ¿pues qué va a hacer?
Cuando le pidan, contestará:
¡Coman mosquitos
para cuac-cuac!
Poemas de Autores Mexicanos de 4 Estrofas
Los poemas de cuatro estrofas son una forma clásica y concisa de expresar ideas complejas de manera directa.
12. «En paz» de Amado Nervo
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
13. «Si tú me dices ¡Ven!» de Amado Nervo
Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo…
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada…
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!
14. «Ojos Verdes» de Poemas de Salvador Díaz Mirón
Ojos que nunca me veis,
por recelo o por decoro,
ojos de esmeralda y oro,
fuerza es que me contempléis;
quiero que me consoléis
hermosos ojos que adoro;
¡estoy triste y os imploro
puesta en tierra la rodilla!
¡Piedad para el que se humilla,
ojos de esmeralda y oro!
Ojos en que reverbera
la estrella crepuscular,
ojos verdes como el mar,
como el mar por la ribera,
ojos de lumbre hechicera
que ignoráis lo que es llorar,
¡glorificad mi penar!
¡No me desoléis así!
¡Tened compasión de mí!
¡Ojos verdes como el mar!
Ojos cuyo amor anhelo
porque alegra cuanto alcanza,
ojos color de esperanza,
con lejanías de cielo:
ojos que a través del velo
radian bienaventuranza,
mi alma a vosotros se lanza
en alas de la embriaguez,
miradme una sola vez,
ojos color de esperanza.
Cese ya vuestro desvío,
ojos que me dais congojas;
ojos con aspecto de hojas
empapadas de rocío.
Húmedo esplendor de río
que por esquivo me enojas.
Luz que la del sol sonrojas
y cuyos toques son besos,
derrámate en mí por esos
ojos con aspecto de hojas.
Preguntas Frecuentes
Algunos de los poemas más famosos de México incluyen «Piedra de Sol» de Octavio Paz, «Tú me quieres blanca» de Sor Juana Inés de la Cruz, «Nocturno a Rosario» de Manuel Acuña, y «Peso Antiguo» de Ramón López Velarde.
Algunos de los poetas mexicanos más importantes son Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz, Jaime Sabines, Amado Nervo, Ramón López Velarde, José Gorostiza, y Carlos Pellicer.
Algunos autores mexicanos que han escrito poemas son Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz, Jaime Sabines, Amado Nervo, Ramón López Velarde, José Gorostiza, Carlos Pellicer, Francisco Gabilondo Soler, Efraín Huerta, y Manuel Acuña.
Los poemas son una forma de expresión literaria que utiliza un lenguaje figurativo y rítmico para transmitir emociones, ideas y experiencias de manera condensada y evocadora.
Algunos de los poemas más famosos del mundo incluyen «Rimas» de Gustavo Adolfo Bécquer, «El cuervo» de Edgar Allan Poe, «Canción desesperada» de Pablo Neruda, y «La tierra baldía» de T.S. Eliot.
El primer poeta mexicano reconocido fue Sor Juana Inés de la Cruz, una monja jerónima que vivió en el siglo XVII y es considerada una de las figuras más destacadas de la literatura barroca hispanoamericana.
Octavio Paz, ganador del Premio Nobel de Literatura, escribió varios poemas famosos como «Piedra de Sol», «Blanco», «Viento entero», y «Salamandra».
Algunos poemas populares que muchos conocen incluyen «No te quedes inmóvil» de Walt Whitman, «Si pudieras amarme» de Neruda, «Dime cómo fue» de Mario Benedetti, y «Caminante, no hay camino» de Antonio Machado.
Manuel Acuña es conocido por su famoso poema de amor «Nocturno a Rosario».
Algunas listas de las 10 mejores poemas incluyen obras como «El cuervo» de Poe, «Oda a una urna griega» de Keats, «La tierra baldía» de Eliot, «Canción desesperada» de Neruda, y poemas de Shakespeare, Whitman, Dickinson y Yeats.
Un poema famoso de una frase es «Desde el río» de Theodore Roethke, que dice: «Persiguiendo la verdad, persiguiendo el alma».
William Shakespeare es a menudo considerado el «rey de los poemas» o el más grande poeta de todos los tiempos.
Mario Benedetti dijo: «La poesía es la única verdad absoluta y el oficio más parecido a la felicidad.»
Borges dijo: «La poesía es una forma de la inmortalidad porque sobrevive al tiempo.»
William Shakespeare, seguido por Pablo Neruda y Walt Whitman, son generalmente considerados los poetas más famosos del mundo.
Conclusión
La poesía mexicana es un tesoro invaluable que abarca una amplia gama de estilos y temas. Desde los versos breves y contundentes hasta los largos y detallados, pasando por los poemas de amor, infantiles y de estructura clásica, cada poema nos ofrece una ventana a las emociones y pensamientos de sus autores.
Al explorar estos poemas, no solo apreciamos la belleza de las palabras, sino también la rica cultura y la historia que los inspiró. Leer y compartir poesía es una forma maravillosa de mantener viva esta tradición literaria y de seguir inspirándonos con las voces de grandes poetas mexicanos.